INFO 15/06/2020 >>
CAPÍTULO 2.
Por Jesús Martínez Laucirica.
Me vais a permitir que os cuente una historia personal.
Corría el año 1983. Un todavía gris Bilbao, quería emerger en el panorama musical estatal, y a principios de los 80 empezaron a surgir visitas de artistas internacionales. Uno de ésos era Mike Oldfield
(*), que se acercó por primera vez al Botxo a presentar su disco "Crises".
Yo por entonces cursaba mis estudios de BUP, y gracias a un amigo de la familia al que le vendí varias maquetas de coches, pude hacerme con mi primera cámara réflex: una Canon AV-1, y un objetivo de 50mm, bastante luminoso. Conseguí comprar una entrada en una tienda de discos que estaba en la calle General Concha esquina con Fernández del Campo, cuando las entradas todavía eran a color, salían todas de un mismo taco, y no tenían aspecto de fotocopias en blanco y negro con códigos de barras y sistemas anti copia que ríase usted de los billetes de curso legal. Pagué 800 "pelas" por el papelito que me daba acceso a lo que desde entonces se convirtió en pasión.
Las fotos, se hacían de 36 en 36, y yo, sólo disponía de un carrete, así que ni corto ni perezoso, lo cargué en la cámara y me fui al pabellón de deportes de La Casilla, con tiempo de sobra para intentar estar en primera fila cerca de mi ídolo.
De todas las que hice, ésta es la foto que conservo desde entonces, y es la foto que me metió el gusanillo de ir de concierto en concierto, con mi cámara al hombro.
En el centro Mike Oldfield, a la izquierda la guitarra de Anthony Glynne
y a la derecha el bajista Phil Spalding.
La entrada original, la conservo desde entonces.
(*) Michael Gordon Oldfield (Reading, Reino Unido, 15 de mayo de 1953), es un músico, compositor, multiinstrumentista y productor británico. Ganador de un Grammy en 1975 a la Mejor Composición Instrumental por el álbum "Tubular Bells", publicado por Virgin Records en 1973, fue curiosamente el primer álbum editado por esta compañía. Esta obra de rock progresivo del músico Mike Oldfield, resultó ser un enorme éxito comercial y se utilizó como banda sonora de la película "El Exorcista", de William Friedkin.